Vox quiere eliminar cualquier apoyo institucional a los sindicatos de clase, obviamente esto es parte de su estrategia para eliminar los derechos de los trabajadores.
¡Qué sería de Vox sin esa sumisión permanente a los poderosos! No hay nada que defina mejor a la ultraderecha española que la sumisión, son como esos perros guardianes que defienden la mansión del amo, pero que no son conscientes de que duermen fuera, en la calle.
Sin extendernos mucho estoy segura de que la gente de Vox tiene un salario fijo, con pluses y pagas extras, vacaciones, jornadas de un máximo de cuarenta horas, bajas médicas cuando están enfermos e incluso permisos de paternidad o maternidad cuando han sido padres y madres, hasta en los tristes momentos de pérdida de un familiar pueden faltar a su trabajo.
Pues bien, cualquier persona sabe, y ellos también, que nada, absolutamente nada de eso se debe a la alegre concesión de sus idolatrados empresarios, nunca. Eso y mucho más se lo deben a los sindicatos de clase, a tantos hombres y mujeres que han dedicado y dedicaron sus vidas a luchar por los demás y que incluso muchas veces, y más en España, pagaron ese valor con sus propias vidas.
Hay que ser sinvergüenzas para presumir en muchos de sus discursos de todas las leyes que hoy amparan la actividad sindical, como si fueran una concesión de la derecha y no algo que hubo que arrebatarles con mucho sudor y esfuerzo y muchos años de peleas y luchas. Hasta la última coma que ahora citan ufanos, es un logro de años y años siempre negado y obstaculizado por gente como la de Vox y sus hermanos mayores del PP. Ahora que nuestros virtuosos ciudadanos de la derecha no renuncian jamás a un logro de los conseguidos por los sindicatos de clase, ni uno, ¿por qué será?
PODEMOS: 91 664 76 04
Desde luego es la postura más fácil, ser siempre los pelotas y chivatos de los jefes, pero luego poner el cazo para beneficiarse de lo conseguido pos sus compañeros y compañeras honrados y con dignidad. Sin duda Vox representa a ese tipo de trabajadores cobardes y envidiosos, capaces de cualquier cosa para contentar a los jefes, pero cobardes hasta la náusea para luchar por los derechos de todos.
Sabemos que Vox quiere una sociedad de rodillas, un pueblo de cobardes, de seres indignos, sin moral y sin valor alguno. Vox quiere una masa sometida y temerosa que jamás ponga en duda a los de arriba y que nunca se rebele contra los que mandan. Vox es heredero de esos que gritaban Vivan las Cadenas al paso de Fernando VII, de esos que aplaudían que los bombarderos nazis arrasasen Guernica o que hoy se arrodillan sumisos ante los millones de los jeques árabes, obsequiosos y babeantes esperando ser reconocidos como buenos lacayos.
Reconozco que ver tanta cobardía y tanta indignidad le remueva a una las entrañas y a pocos días del fallecimiento del gran Juan Diego, es inevitable recordar esa gran película de Los Santos Inocentes, consciente de que esa es la España a la que aspiran los lacayos de la extrema derecha.
Todo nuestro apoyo y reconocimiento para los sindicatos de clase, orgullo de la clase obrera y orgullo de España. Desde aquí animo a que jamás vacilemos en nuestro apoyo a estas organizaciones imprescindibles en la lucha más necesaria que nunca por los derechos de todos y todas.
Larga vida a la lucha obrera.
Fdo: Mónica Monterreal Barrios.